Gonzalo se puso en contacto con nosotros porque tenía una idea. Bueno, una idea y el pazo de Faramello!!! Un precioso conjunto patrimonial a pocos kilómetros de Santiago y quería darle un nuevo uso: escenario de eventos. Para ello quería construir un pabellón que se integrara en el conjunto y que reuniese las condiciones necesarias para ese uso tan versátil. Nos propuso participar en un concurso de ideas con otros arquitectos y el proyecto nos gustó tanto que aceptamos.

El lugar elegido por Gonzalo nos dio la idea del proyecto: aprovechar el desnivel del terreno para enterrarlo, y el muro existente como apoyo de un gran voladizo nos permitiría rodear el pabellón de naturaleza. A partir de ese argumento, el programa que nos pidió Gonzalo fue lo que definió la forma, un espacio versátil en el que el maravilloso entorno fuese el protagonista.

La línea del muro era recta y tajante así que en el lado enterrado la enfrentamos a una sinuosa curva que nos ayudó a definir distintas salas dentro de un gran espacio único. Unas puertas correderas ayudaban a decidir qué partes se utilizan en función del aforo de cada evento. Pero en todos ellos estaba presente la rotunda naturaleza, la línea argumental de nuestra idea, siguiendo el muro recto y tajante, volando sobre las sinuosas curvas del río Tinto.

Nos parecía una idea atractiva y sugerente, pero unos colegas nuestros presentaron un proyecto que se adaptaba mejor a las expectativas de Gonzalo así que… no hubo suerte! Pero fue bonito participar y conocer un lugar tan increíble. Gracias Gonzalo por pensar en nosotros!!!