Tras el bloque de posts temáticos de Eligiendo una finca (I,II,III), vamos a continuar describiendo el proceso necesario para alcanzar el objetivo de tener nuestra casa. Para ello vamos a empezar describiendo la primera fase que es la de redacción del proyecto de la vivienda.

El proceso comienza con la contratación de los servicios de un arquitecto para la redacción de un proyecto, necesario para la obtención de licencias y autorizaciones administrativas en Ayuntamiento y otros organismos.

Dada la necesidad en este caso de tener una idea previa del edificio, tanto por la obtención de financiación, como para posibles autorizaciones de la Xunta que veremos más adelante, es aconsejable dividir el proyecto en varias fases, que van desde la definición una idea, hasta la completa descripción de la vivienda.

En domohomo arquitectos creemos que es muy recomendable la redacción de un anteproyecto. Es un documento inicial consistente en planos a escala general definiendo la idea del edificio. Y para que realmente sea de utilidad, nosotros aconsejamos completarlo con unas mediciones y presupuesto, de cara a la búsqueda de financiación, o como parte de la documentación exigida reglamentariamente por la Xunta para autorizaciones en Suelo Rústico o en afecciones por leyes sectoriales, por ejemplo. El presupuesto obtenido es aproximado pero sí nos da una idea del nivel de gasto en el que nos movemos.

Aunque estamos en una fase muy inicial, también es recomendable la contratación de un estudio topográfico, sobre todo si la finca tiene pendiente, y de un estudio geotécnico, obligatorio en la fase de proyecto de ejecución. Ambos nos permiten conocer mejor el terreno y ajustar la idea de proyecto y su presupuesto.

El siguiente nivel de definición de un proyecto se alcanza con el proyecto básico, en el que se define la arquitectura general del edificio tanto en memoria escrita como planos, quedando ya fijados parámetros como son aspecto exterior, volumetría, superficies y parámetros urbanísticos; es un documento necesario y suficiente para solicitar, que no obtener, licencia municipal, con lo que podemos ganar tiempo mientras desarrollamos la siguiente fase del proyecto.

El proyecto de ejecución deberá ir visado por el Colegio Oficial de Arquitectos y es necesario para obtener licencia de obra. Es la fase en la que se definen parámetros más técnicos como son las instalaciones o los cálculos de la estructura, así como las mediciones y el presupuesto estimado de la obra. En el caso de que las instalaciones, por regla general, el proyecto incluye un cálculo estimado y una memoria descriptiva; son los instaladores mediante la emisión del boletín de la instalación los responsables de su ejecución. Las mediciones y presupuesto de un proyecto se hacen partiendo de una base de precios oficial, y sirve de base para la solicitud de presupuesto a constructoras que nos darán sus propios precios.

A la hora de contratar los servicios de un arquitecto debemos tener claro si el total de los honorarios incluye la fase de redacción del proyecto, lo descrito hasta ahora, y además la fase de dirección de la obra, es decir, el control de lo que se hace iniciada la construcción de la misma. Normalmente se contrata ambas fases, pero es importante aclararlo.